Para hablar del mapuzugun es importante mencionar que luego de los procesos históricos más o menos conocidos por los que pasó el pueblo mapuche entre los siglos XVI y XIX, a principios del siglo XX se inició un proceso de integración de los mapuche a la vida civil del estado de Chile.
Es así que el 26 de agosto de 1920 se promulgó la legislación la integración de los mapuche a través de la “Ley de Educación Básica Obligatoria”, incorporando a los mapuche a la educación formal chilena, donde –en la práctica- se les obligaba a hablar en español y se les prohibía hablar en mapuzugun.
Sin embargo, con el paso de los años se ha podido constatar que en los mapuche existe una fuerte identidad étnico-cultural que actúa frente a las presiones externas, destacando que se auto identifican como un grupo humano diferenciado que usa y desarrolla su propio idioma: el mapuzugun.
Según el investigador contemporáneo de las lenguas aborígenes americanas, Ernesto Wilhelm de Moesbach, el mapuzugun “se distingue por un vocabulario abundante, un mecanismo verbal muy detallado que facilita la expresión del pensamiento, una fonética de condición estable y sonora, que por medio de numerosos afijos y partículas intercaladas consigue una precisión y concisión casi inimitables”.
En cuanto a su escritura, hasta principios de los años noventa existían numerosos grafemarios para traspasar los sonidos del mapuzugun hacia la escritura.
Entre los que aun se utilizan actualmente se destaca el propuesto por el profesor Anselmo Ragileo en 1982, que se caracteriza por la representación de los sonidos del mapuzugun por una sola letra. Por ejemplo, la palabra mapuche, en alfabeto Ranguileo se escribe mapuce.
Asimismo, tras un congreso de organizaciones mapuche realizado en Niágara (1992) se creó el grafemario Azümchefe, adoptado por las instituciones públicas y oficializado por CONADI mediante Resolución Exenta N° 1092, del 22 de octubre de 2003.
El tercero utilizado en la actualidad es el “Alfabeto mapuche Unificado”, cuyas grafías se relacionan con el alfabeto español, y que fue aceptado y convencionado por la Sociedad Chilena de Lingüística en 1989, utilizado principalmente por las universidades chilenas.
Las ceremonias son una de las instancias donde aún se conserva la vitalidad del mapuzugun, donde niños, niñas y jóvenes tienen la oportunidad de aprenderlo de sus mayores y practicarlo con los integrantes de su lof.
OPINIONES
María Patricia Lienmil Huaiquil, Machi de la Comunidad Chifka Colillan: “El mapuzugun es muy bonito e importante, porque Chawgenechen nos dio esta lengua para comunicarnos y para hacer rogativas. No podemos negar el mapuzugun, porque así estaríamos negando nuestra cultura. Los padres deben preocuparse de enseñar mapuzugun a los pichikeche (niños). Nosotros tenemos que hacer valer nuestra cultura y nuestra lengua”.
Silvia Llanquileo Quilaman, Machi de la comunidad Pewenche Quilaleo: “A pesar de los esfuerzos para promover el mapuzugun aún falta algo: promover a las personas que realmente lo hablan. Quienes hablamos debemos ir a las escuelas a enseñarle a los niños y deben tener más horas de mapuzugun, como cualquier otra asignatura. El mapuzugun es nuestra lengua, la lengua de nuestros antiguos, está en la naturaleza, en el yam (respeto). Mi sueño es que nuestra lengua siempre exista y nunca se pierda. Si me preguntan, yo no soy egoísta en enseñar, si queremos que el mapuzugun no se pierda, no debemos caer en el egoísmo con nuestro kimün (conocimiento)”.
Armando Curin Marin, Lonko de la Comunidad Valentín Calbuin: “La mayoría de las personas no saben hablar mapuchezugun y es importante que los menores lo aprendan en sus comunidades, con sus padres y abuelos. Muchos mayores no entendemos cuando nos hablan en español, pero cuando nos hablan en mapuzugun entendemos inmediatamente. El mapuzugun se dejó de hablar porque cuando éramos niños nos discriminaban en la escuela y en las casas nos decían que teníamos que hablar en castellano”.
Ignacio Canío Neckul, Lonko de Füta Mallin: “La mejor forma de aprender mapuzugun es hablándolo con alguien que sabe hablarlo de nacimiento. Algunos de nuestros jóvenes no lo hablan porque les da vergüenza, pero tenemos esperanza que se va a recuperar, porque tengo nietos y pequeños que ya están aprendiendo. Me ha llamado la atención que gringos que he conocido aprenden mapuzugun más rápido que español”.
Bibliografía: "Aspectos morfológicos y semánticos de los nombres y apellidos mapuche", Necul Painemal Morales, en “Estudios mapuche, Volumen 1”, (2013).
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