El legado perdido de los denisovanos superinteligentes que calcularon alineaciones cosmológicas basadas en cignocéntrico hace 45.000 años

 

La cueva Denisova en la región de Altai Krai en el sur de Siberia. Aquí, durante la última década, los arqueólogos han descubierto evidencia anatómica de un homínido previamente desconocido, hoy conocido como los denisovanos. En el recuadro, a la izquierda, uno de los dos enormes molares denisovanos encontrados en la capa 11 de la cueva y, a la derecha, una de las cuentas de cáscara de huevo de avestruz perforadas junto con el fragmento de brazalete de choritolita encontrado en la misma capa de actividad arqueológica.

La cueva Denisova en la región de Altai Krai en el sur de Siberia. Aquí, durante la última década, los arqueólogos han descubierto evidencia anatómica de un homínido previamente desconocido, hoy conocido como los denisovanos. En el recuadro, a la izquierda, uno de los dos enormes molares denisovanos encontrados en la capa 11 de la cueva y, a la derecha, una de las cuentas de cáscara de huevo de avestruz perforadas junto con el fragmento de brazalete de choritolita encontrado en la misma capa de actividad arqueológica (Wiki Commons Agreement, 2018) .

Un descubrimiento casual realizado por arqueólogos en 2008 de una falange de dedos de un humano arcaico encontrada en la cueva Denisova en las montañas de Altai en el sur de Siberia ha ayudado a cambiar todo lo que sabemos sobre los orígenes de la civilización. La secuenciación del genoma del hueso en 2010 mostró que pertenecía a un tipo extinto de homínido. Esta población humana previamente desconocida se conoce hoy como los denisovanos (pronunciado Denis-ô-vans o, más comúnmente, Denis-o-vans) en honor a la cueva en la que se encontró el hueso del dedo.

Mapa de las regiones de Altai, Cuenca del Tarim y Baikal de Asia central y oriental que muestra sitios del Paleolítico superior y otros lugares mencionados en The Cygnus Key, incluida la cueva Denisova. (Crédito de la imagen: Andrew Collins)

Individuos robustos

Desde entonces, la cueva Denisova (llamada así por un ermitaño llamado Denis que vivió allí en el siglo XVIII) ha producido más pruebas de la ocupación denisovana hace entre 100.000 y 40.000 años. Procede del hallazgo de tres molares, dos de adultos y uno de adolescente. Todos son extremadamente robustos, lo que sugiere que al menos algunos denisovanos eran de tamaño y altura excepcionales.

Ascendencia denisovana

Además de esto, se ha rastreado hasta un 5 o 6 por ciento de ADN denisovano en poblaciones humanas modernas desde Asia Central en el oeste hasta Asia Oriental, Asia Meridional, Melanesia y Australia en el este. Está presente también entre los pueblos Yi o Lolo de China, Vietnam y Tailandia, y entre las poblaciones indígenas sherpas de la meseta tibetana. El ADN denisovano está incluso presente entre los primeros pueblos de América del Norte y del Sur, lo que abre todo tipo de posibilidades relativas a la migración de grupos híbridos denisovanos a América durante el Paleolítico superior, alrededor del 40.000 al 9.600 a.C. (un asunto explorado por el Dr. Greg Little y el presente autor del libro Path of Souls (2014).

Comportamiento humano avanzado

Además de esto, el nivel del suelo que en su mayor parte ha producido evidencia de la presencia de la ocupación denisovana en la cueva Denisova (Capa 11) ha ofrecido varios ejemplos tentadores de comportamiento humano avanzado, incluido un brazalete bellamente pulido hecho de choritolita verde botella, un forma de clorito. Esto muestra evidencia de haber sido aserrado, pulido y, finalmente, perforado para crear un agujero a lo ancho para poder colgar un segundo objeto, tal vez un anillo de piedra, de una cuerda.

Reconstrucción del brazalete de choritolita encontrado en la capa 11 de la cueva Denisova y que se cree que fue elaborado por denisovanos. Si esto es correcto, muestra su nivel avanzado de comportamiento humano hace entre 45.000 y 70.000 años (Crédito de la imagen: Nick Burton).

Lo más sorprendente es que el agujero muestra signos característicos de haber sido creado a gran velocidad, lo que sugiere que el taladro utilizado para este propósito era de una naturaleza extremadamente avanzada. No se volverían a ver joyas similares hechas con precisión hasta el mundo neolítico anterior a la alfarería de Anatolia, más de 30.000 años después. Los arqueólogos que exploran la capa denisovana en la cueva Denisova también han recuperado una gran cantidad de pequeñas cuentas hechas con cáscara de huevo de avestruz. Estos tienen un centímetro o menos de diámetro con agujeros perforados centralmente. También han encontrado una exquisita aguja pulida de 7 centímetros (2,7 pulgadas) de largo que tiene un orificio para el ojo en un extremo para pasar el hilo. Lo más probable es que la aguja, hecha con el hueso de un pájaro grande, sea la más antigua de su tipo en todo el mundo. Es casi seguro que se utilizó para confeccionar ropa a medida. Lo que es más increíble, el ADN equino descubierto en la misma capa que los restos de Denisovanos ha planteado la cuestión de si los caballos eran domesticados, pastoreados e incluso montados hace 40.000 a 50.000 años.

Lo importante de estos descubrimientos es que los arqueólogos rusos ahora están dispuestos a aceptar que el brazalete de choritolita, la aguja de hueso y las cuentas de cáscara de huevo de avestruz, todos los cuales tienen entre 40.000 y 70.000 años de antigüedad, no son producto de humanos anatómicamente modernos, sino de Denisovanos. No se encuentran manifestaciones similares de comportamiento humano avanzado en conexión con nuestros propios antecedentes humanos modernos en este momento. En otras palabras, los denisovanos quizás montaban a caballo, confeccionaban ropa a medida que incorporaba hileras de pequeñas cuentas y usaban joyas exquisitas cuando nuestros propios antepasados humanos apenas comenzaban sus primeras migraciones fuera de África.

La música más antigua

Incluso es posible que los denisovanos fueran responsables de la invención de la música, ya que la capa arqueológica de la cueva Denisova que ha proporcionado evidencia anatómica y artefactos culturales relacionados con la presencia de los denisovanos, hace alrededor de 40.000 a 70.000 años, también ha producido un hueso. Objeto identificado como un silbato. Sin embargo, como se encontró en fragmentos, fácilmente podría haber formado parte de una flauta mucho más grande. Cualquiera que sea la respuesta, la existencia del objeto es una prueba tentadora de que los denisovanos utilizaban instrumentos musicales hace entre 40.000 y 70.000 años.

Luidmila Lbova, doctora en ciencias históricas del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Universidad Estatal de Novosibirsk en Siberia, ha realizado un estudio especial de las flautas y silbatos encontrados en sitios del Paleolítico superior tanto en el sur de Siberia como en el Trans-Baikal. Descubrió que casi todos estaban hechos de largos huesos de pájaros. Un fragmento particular de una flauta de un yacimiento del Paleolítico superior en Khotyk, en la cuenca del río Uda, al sureste del lago Baikal, parece estar hecho de un hueso largo de cisne. Increíblemente, tiene entre 30.000 y 35.000 años. Otra flauta similar encontrada en un segundo sitio en el río Uda llamada Kamenka-A está hecha de hueso largo de ganso. Según Lbova y sus colegas, la flauta encontrada en Khotyk: “puede considerarse con confianza el instrumento musical más antiguo del territorio de Siberia”, ¡aparte del ejemplar encontrado en la cueva Denisova, por supuesto!

Símbolos de la Creación Cósmica

Por lo tanto, parece posible que algunas de las primeras melodías interpretadas con un instrumento musical en la región de Altai-Baikal estuvieran relacionadas no sólo con lugares donde podría haber tenido lugar el contacto entre denisovanos y humanos, sino también con el cisne y el ganso. Estos son símbolos importantes tanto de la creación cósmica como de la transmigración del alma en varias culturas antiguas de todo el mundo.

En la tradición helénica griega, el cisne era considerado el pájaro más musical. Fue tótem también de las Musas, Orfeo y de su padre Apolo, dios de la música y la poesía. Más conmovedoramente, el mito griego registra una extraña ceremonia llevada a cabo por los tres gigantes hijos de Bóreas, los primeros "sacerdotes de Apolo", cada uno de "seis codos" de altura, en el recinto de un templo al aire libre en Hiperbórea, la antigua nombre de la región de Altai. Este ritual atraía bandadas de cisnes que se unían al canto coral y al sonido de las arpas y permanecían hasta su finalización antes de despedirse de regreso a su propia tierra natal.

Animismo del cisne

La totemia y el animismo del cisne bien podrían haber tenido su origen en el sur de Siberia. Se encontraron tallas únicas de cisnes de cuello largo durante las excavaciones en el sitio del Paleolítico superior de Mal'ta, ubicado en un brazo del río Angara, al oeste del lago Baikal, en el centro sur de Siberia. Tienen 24.000 años y están hechos de marfil de mamut. Se descubrió que cuatro o cinco de los colgantes habían sido orientados deliberadamente de norte a sur.

Dos ejemplos de tallas de cisnes de marfil de mamut encontradas en el sitio de Mal'ta al oeste del lago Baikal. Se cree que tienen alrededor de 24.000 años. (Crédito de la imagen: Andrew Collins)

El paleoarqueólogo ruso Antoliy Derevianko escribe que la direccionalidad deliberada de norte a sur de estos colgantes de cisne, junto con la atención especial que se les presta, implica una conexión no sólo con la migración anual de cisnes y gansos de norte a sur, sino también con la idea universal de que en la muerte el alma humana tomó la forma de un pájaro. Es más, Derevianko dice que la existencia de estos colgantes de cisne constituye una “primera aparición significativa de animismo” en Siberia. Así que aquí en Mal'ta había evidencia convincente de la creencia de nuestros ancestros más lejanos de que el alma humana podía transformarse en un cisne (del latín cygnus) para lograr la transmigración de este mundo al siguiente.

Tradición de la doncella cisne

Es una tradición arraigada en la creencia siberiana y mongola en la ascendencia de los cisnes, en la que se dice que el progenitor de muchas tribus y clanes fue una doncella cisne que cambiaba de forma y descendió del mundo celeste. Habiendo descendido a la tierra con otras doncellas cisne y descartado su forma de pájaro para bañarse en un estanque o lago, se ve obligada a permanecer en este mundo después de que un hombre mortal, que posteriormente se convierte en su marido, le roba su prenda de plumas. De su descendencia supuestamente descienden muchas poblaciones siberianas y mongolas. Aunque este tipo de historias aparecen en todo el mundo, se cree que la ascendencia de los cisnes surgió por primera vez en el norte de Asia o en Siberia durante el Paleolítico superior. Es muy probable que el destino del alma de la comunidad Mal'ta fuera la "tierra de los pájaros" o el "cielo de los pájaros", situada al norte, que a veces aparece en las leyendas de la doncella cisne.

¿Fue entonces el sur de Siberia el punto de origen de la veneración del cisne como criatura chamánica, que simboliza la inspiración divina obtenida mediante el uso de instrumentos musicales? ¿Había sido el cisne una criatura totémica importante para los denisovanos y usaban ellos mismos instrumentos musicales? ¿Fueron recordados en la leyenda griega como los tres hijos gigantes de Bóreas, quienes parecen haber tenido control sobre los cisnes mediante el uso de instrumentos musicales y cantos corales?

El plato malta

Fue al mismo tiempo que el animismo de los cisnes hizo su primera aparición confirmada en el sur de Siberia cuando un artista desconocido de la comunidad Mal'ta talló una placa de marfil de mamut, con su superficie superior cubierta con patrones en espiral picoteados. Según lo propuesto por el arqueólogo ruso Vitaliy Larichev (1932-2014), el número y disposición de estos patrones espirales bien pueden preservar información calendárica sobre precesión, ciclos de eclipses e incluso un período canicular de 487 años (un tercio del llamado ciclo Sótico). del antiguo Egipto). Además, la placa Mal'ta, junto con un antiguo sistema de calendario utilizado aún hoy por los pueblos chamánicos de la región de Altai, muestran un profundo conocimiento de los sistemas numéricos basados en números clave como 9, 12, 54, 72, 108, 216 y 432.

Dos vistas de la placa de marfil de mamut descubierta durante las excavaciones realizadas entre 1928 y 1931 en Mal'ta, un yacimiento del Paleolítico superior en un brazo del río Angara al oeste del lago Baikal. El científico ruso Vitaliy Larichev estableció que la placa era un dispositivo calendárico que contenía conocimientos específicos de los ciclos del eclipse triple de saros y del ciclo canicular de 1.460/1 años. La superficie superior muestra el lado con un total de 486 + 1 marcas de puntuación que forman una serie de siete espirales, mientras que la superficie inferior muestra tres serpientes alineadas. (Imagen cortesía de Andrew Collins)

Estos números que propongo se generan por sincronizaciones percibidas entre el ciclo del eclipse triple saros de 54 años y el lento movimiento del fondo estrellado causado por la precesión axial. ¿Este profundo conocimiento matemático provino originalmente de los denisovanos, o de sus descendientes híbridos, que todavía ocupaban las altas mesetas y la estepa forestal de la región de Altai-Baikal cuando el asentamiento de Mal'ta estaba en pleno apogeo hace unos 24.000 años?

La mentalidad sabia de los denisovanos

Si es así, ¿cómo exactamente hicieron los denisovanos cálculos numéricos tan complejos? La respuesta parecería estar en el genoma denisovano de Altai. Esto ha revelado algunas divergencias importantes con respecto al genoma humano moderno, ocho de las cuales se relacionan con la función cerebral y la conectividad cerebral.

Según Svante Pääbo, líder del equipo de genetistas involucrados en el aislamiento y secuenciación del ADN extraído de la falange del dedo: “algunas de ellas [las divergencias] tienen que ver con genes que, por ejemplo, pueden causar autismo cuando estos genes se combinan mutado.” Esto no significa, por tanto, que los denisovanos fueran autistas en el sentido moderno. Sin embargo, sigue siendo posible que estos genes permitieran que sus cerebros funcionaran de manera similar a la de una mente autista. En otras palabras, los denisovanos bien podrían haber sido sabios por naturaleza. Esto sugiere un individuo muy talentoso cuyo cerebro es capaz de realizar instantáneamente tareas de memoria y cálculo y, al hacerlo, asimilar y recordar información increíblemente compleja, incluidos cálculos matemáticos extremos.

Ronda calendárica que muestra el gran sistema calendárico propuesto para la región de Altai-Baikal, que tiene al menos 24.000 años de antigüedad. Muestra 16 ciclos saros triples de 54 años y 12 “siglos” precesionales de 72 años, exactamente como se encuentran en un sistema de calendario arcaico todavía en uso hoy en la región de Altai en el sur de Siberia. Las sincronizaciones entre los dos ciclos ocurren después de 216 años, 432 años, 648 años y 864 años, todas figuras que aparecen en gran medida en los ciclos de tiempo cosmológicos que se encuentran en varias culturas antiguas, particularmente en el sistema puránico de la India (Crédito de la imagen: Andrew Collins).

Si este tipo de cerebro puede aplicarse a los denisovanos, y ciertamente la secuenciación del genoma hace que esta posibilidad sea muy real, podría explicar cómo los denisovanos y sus descendientes podrían haber llegado a calcular múltiples permutaciones de ciclos temporales celestes y luego usar esta información para formular secuencias de números complejos. También explicaría que los denisovanos necesitan hacerlo, ya que para ellos era simplemente una consecuencia de su mentalidad inherente. Incluso es posible que el cálculo de sistemas numéricos extraordinariamente complejos, derivados del seguimiento del movimiento cíclico de los cuerpos celestes, se convirtiera en un lenguaje matemático compartido, expresado en forma física a través de la creación de arte simbólico.

Quizás un ejemplo de esto sea la placa Mal'ta de 24.000 años de antigüedad, que no es solo un dispositivo de enseñanza mnemotécnico, sino también una serie de secuencias numéricas basadas en un calendario presentadas como arte visual. Muy probablemente, este lenguaje matemático llegó a asociarse con la percepción de la naturaleza mecánica del universo, expresada en términos de la sincronización entre la lenta precesión de las estrellas y el ciclo recurrente de eclipses de 54 años. Ahora creo firmemente que fueron los denisovanos quienes transmitieron este extraordinario conocimiento a las primeras sociedades humanas modernas que se establecieron en la región de Altai-Baikal entre 45.000 y 40.000 años antes del presente.

Ideas cinocéntricas

Durante esta ventana de aproximadamente 5.000 años, el polo norte celeste, en su papel de punto de inflexión de los cielos, atravesó la Vía Láctea. En ese momento, entró sólo en dos constelaciones: Cefeo, alrededor del 45.000 al 42.000 a.C., y Cygnus, alrededor del 42.000 al 39.000 a.C. Juntos o individualmente, estos asterismos probablemente proporcionaron a las primeras comunidades humanas sus primeros cronometradores celestiales y guardianes del eje cósmico, más allá del cual estaba la entrada al mundo celeste o Mundo Superior de la tradición chamánica. Si es correcta, tenemos la verdadera respuesta de por qué en todo el mundo el cisne celestial (y el ganso) han sido vistos como una fuente de creación cósmica, y por qué la ascendencia de los cisnes se convirtió en una metáfora de la fundación de sociedades humanas arcaicas en Siberia y la vecina Mongolia.

La primera doncella cisne no fue simplemente una madre cisne primitiva o una shamaness cisne responsable del nacimiento de tribus y clanes, sino que fue el recuerdo de un momento en el que algunos de los primeros asentamientos humanos en el sur de Siberia adoptaron formas cygnocéntricas (relacionadas con Cygnus) y cosmologías polarcéntricas (es decir, relacionadas con los polos), siendo los colgantes de cisne Mal'ta y la placa espiral de 24.000 años de antigüedad los principales ejemplos de estas ideas. Ahora sospecho que tales creencias y prácticas se relacionan con una importancia percibida en la constelación de Cygnus como fuente de inspiración cósmica inducida, al menos en parte, a través del uso de experiencias chamánicas e instrumentos musicales, junto con la importancia de la acústica del sonido para lograr estados alterados de conciencia.

El último de los denisovanos

Hacia el final de la última edad de hielo, alrededor del año 9600 a. C., la cosmología de inspiración denisovana, así como una comprensión completa de la acústica del sonido y su papel en la comprensión de nuestros orígenes cósmicos, llegaron a lugares como Göbekli Tepe en Anatolia. Aquí se utilizó para crear los extraordinarios recintos de piedra descubiertos a lo largo de los últimos 20 años. Sin embargo, para entonces el papel desempeñado por los denisovanos y sus descendientes híbridos en la génesis del comportamiento humano avanzado probablemente se había perdido, y sólo quedaban ideas vagas sobre los orígenes de la civilización en el semillero de Altai-Baikal.

Ahora estoy convencido de que los frutos del legado de Denisova finalmente encontrarían manifestación en el mayor y más enigmático logro arquitectónico del mundo antiguo: la Gran Pirámide, construida para el faraón Keops, alrededor del año 2550 a.C. Su geometría subyacente, que sustenta todo el campo piramidal de Giza, muestra un profundo conocimiento de los ciclos de tiempo y sistemas numéricos a largo plazo, exactamente igual al conservado dentro de las marcas de picos en espiral de la placa Mal'ta de 24.000 años de antigüedad. Además de esto, la Gran Pirámide muestra alineamientos cosmológicos de base cygnocéntrica que bien podrían haber tenido su origen entre los denisovanos del sur de Siberia hace unos 45.000 años.

Por lo tanto, es factible que las primeras cosmologías, así como el don de la civilización, no provinieran de la Atlántida, de los antiguos extraterrestres o del lento proceso de invención independiente, como creen los arqueólogos y prehistoriadores, sino del último de los denisovanos, que finalmente desapareció de la Tierra. historia mundial hace unos 40.000 años. Es una teoría que, aunque controvertida, da sentido a la evidencia que conocemos sobre su legado a la humanidad, y es esto lo que presento por primera vez en The Cygnus Key.

Fuente: Andrew Collins, 2018. The Cygnus Key: The Denisovan Legacy, Göbekli Tepe, and the Birth of Egypt.