Algunas de las grandes ideas que creo que vale la pena comprender si quieres mejorar tu forma de interactuar con el mundo y las personas que lo habitan.
1. La realidad es una construcción lingüística
Nuestra observación de la realidad es una aproximación limitada por los límites del lenguaje y en gran medida incierta. El mundo no es tan rígido como intuitivamente pensamos.
No existe una estructura real en la que estés obligado a operar a menos que tu vida dependa de ello. Puede crear sus propias reglas si construye los sistemas de soporte adecuados.
2. Los humanos son algoritmos biológicos
Respondemos a los factores estresantes de nuestro entorno, que es la entrada, manipulándonos a nosotros mismos a través de un proceso para darnos una ventaja que se presenta en forma de salida.
Nuestro entorno controla mucho más de nuestro comportamiento de lo que creemos. La creación de mejores hábitos y patrones de pensamiento comienza con la configuración deliberada de su entorno.
3. El propósito de la vida no es ser feliz
La felicidad, asociada al placer, no es suficiente y se desvanece. La lucha y el dolor son necesarios para una buena vida. Sin ellos, no crecemos y dejamos de evolucionar.
Un mejor enfoque es crear una historia en la que definas constantemente lo que significa ser mejor mañana de lo que eres hoy; algo que haces mientras estás en paz con la lucha.
4. La atención es su activo más importante
El tiempo es tan valioso como lo que haces con él. La calidad de tus experiencias en la vida no depende de cuánto tengas, sino de qué tan bien puedas aprovecharlas.
La felicidad, la productividad, la presencia y la plenitud encuentran su raíz en tu capacidad para controlar proactivamente hacia dónde diriges tu energía mental. Esa es la única manera de ser libre.
5. El pensamiento óptimo es multidisciplinario
Si la realidad es una construcción lingüística, entonces se imaginan los límites entre diferentes disciplinas. La mejor manera de ver el mundo es combinarlo todo en un modelo mental más amplio.
No es necesario ser un científico, artista o filósofo experto, pero debes conocer los fundamentos de todas las disciplinas principales si quieres optimizar tu pensamiento.
6. La suerte es el residuo del diseño
Todo es producto de causa y efecto. Si bien es posible que no siempre podamos rastrear relaciones con resultados particulares, podemos estar mejor preparados con mejor información.
Durante un período de tiempo suficientemente largo, si buscas reducir la incertidumbre, puedes optimizar tu exposición a la suerte. Gran parte de la vida es aleatoria, pero eso no significa que no se pueda influir en ella.
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