Fotografía de Martin Gusinde | Selknam Juan Inxịol, und sein weib Maria Wark’yo (Juan Inxịol, y su esposa María Wark'yo)
AUTOR Martín Gusinde Hentschel.
NACIONALIDAD Alemán.
AÑO 1918-1924.
PROCEDENCIA Archivo Anthropos Institute, Sankt Augustin, Alemania.
OBJETIVO Posiblemente un objetivo 135mm f4.
OTRAS INFORMACIONES: No se ha podido determinar la marca y modelo de la cámara. Por el tamaño del negativo, posiblemente se trata de una cámara con fuelle plegable, ideal para viajes.
HECHOS BIOGRÁFICOS RELEVANTES: El sacerdote Martin Gusinde llegó a Chile en 1912 desde Alemania, enviado por la congregación del Verbo Divino. Aquí fue profesor en el Liceo Alemán de Santiago e investigador del Museo de Etnología y Antropología de Chile. Entre 1918 y 1924 realizó cuatro viajes a Tierra del Fuego para estudiar a los pueblos selk’nam, yagan y kawésqar. En 1924 regresó a Europa y durante 40 años escribió obras sobre los pueblos fueguinos.
En esta caso nos encontramos frente a una fotografía horizontal que presenta a un cazador selk ́nam, con pintura facial, reconocible por su indumentaria y accesorios: envuelto en piel de guanaco con la lana hacia afuera (chonhkoli); arco tallado en roble y cuerda de tendones de guanaco tranzados, se alcanzan a ver las plumas de las flechas, y la diadema de piel de guanaco (kochel) distintiva de los cazadores. Junto a él se encuentra una mujer adulta, también vestida con pieles de guanaco, pintura facial, y entre ambos, un niño pequeño envuelto en pieles y también con pintura facial.
El punto de interés principal de la imagen se encuentra en el rostro del cazador, en el extremo izquierdo de la fotografía, seguido en jerarquía por el rostro de la mujer, y en tercer lugar el rostro del niño.
Se observa un primer plano donde están los sujetos, y un segundo plano de fondo con vegetación. Los sujetos aparecen en un plano medio, en un espacio natural, al aire libre.
La imagen es totalmente nítida en el plano de los sujetos y desenfocada intencionalmente en el fondo. Lo que da cuanta de una gran abertura (f4, por ejemplo), correspondiente con las cámaras de la época. La iluminación es natural, suave (con poco contraste y casi sin sombra, excepto bajo los mentones de los adultos) con origen frontal, superior, con énfasis en iluminar los rostros.
La inscripción al reverso de la imagen (original en alemán: Juan Inxịol, und sein weib Maria Wark ́yo; traducida al español: Juan Inxịol, y su esposa María Wark'yo), tiene un objetivo de registro científico. “Juan Inxiol” y ”María Wark’yo” corresponde a los nombres de las personas adultas. No se hace referencia al nombre del niño.
La imagen tiene una gran profundidad de campo, por lo que los sujetos resaltan nítidamente sobre el fondo desenfocado.
Aunque el rostro y la figura del hombre con su arco parecen ocupar la mayor parte de la imagen, esta se contrapesa con la figura de la mujer y el niño que son quienes realmente ocupan alrededor de un 60% de la fotografía, dejando sólo alrededor de un 20% para el fondo, lo que en conjunto produce una imagen bastante equilibrada.
En esta imagen se aplica la ley de los tercios -al parecer de una manera accidental- pues dos de las 4 intersecciones coinciden con el arco colocado en posición vertical, lo que difícilmente puede haber sido un objetivo del fotógrafo. Es por esta razón que, a pesar de existir tres rostros humanos en la imagen, la presencia del arco llama poderosamente la atención.
La composición de esta imagen destaca por la unidad de elementos que aparecen (rostros pintados, cuerpos cubiertos con pieles, diadema, fondo desenfocado), los que en conjunto permiten mostrar la imagen de un grupo de personas selk’nam.
Siguiendo la tradición occidental (de izquierda a derecha, y de arriba hacia abajo) el recorrido visual de esta imagen comienza por el rostro del cazador coronado por la diadema de piel; continua por la mujer del extremo derecho y termina en el pequeño niño ubicado entre ambos.
Los sujetos fotografiados posan de frente hacia la cámara, cuyo lente apuntaba aproximadamente a un punto sobre la cabeza el niño. Al parecer se encuentran sentados.
En esta imagen quedan fuera de campo las extremidades inferiores de los cuerpos de las personas, ocupando la mayor parte de la imagen las cabezas y las partes superiores del torso, además de un fondo desenfocado que se percibe como un entorno natural.
La fotografía se realizó en un espacio abierto, se percibe la iluminación natural. Se percibe un espacio exterior, natural. Se trata de un espacio concreto, planteando una representación profunda en que la diferencia entre el primer plano enfocado y el fondo desenfocado permiten resaltan a los sujetos fotografiados.
La imagen presenta menor habitabilidad al mostrar un espacio ajeno al espectador tradicional, supone un lugar en la naturaleza, lejano, con personajes de aspecto primitivo, tal como se verían los hombres hace miles de años.
La puesta en escena corresponde a un grupo de personas selk’nam, con su indumentaria tradicional, en el entorno natural en que se desenvuelve habitualmente.
La fotografía capta un momento en que las personas posan intencionalmente para la posteridad. No se están moviendo, no realizan ninguna actividad, excepto mirar directamente hacia el lente de la cámara.
En esta imagen no existen marcas temporales que hagan referencia al mundo contemporáneo (ropas, relojes, objetos modernos); al contrario, las marcas temporales presentes, por ejemplo, en las vestimentas de los sujetos, apuntan a un tiempo muy distante de la actualidad, incluso de tiempos precolombinos o primitivos.
La imagen apunta hacia un tiempo simbólico, en que la Tierra del Fuego estaba habitada por personas como las de la fotografía. El tiempo subjetivo de esta imagen está estrechamente relacionado con la mirada tranquila de las personas (el punctum barthesiano), quienes con su rostro pintado y sus vestimentas, miran directamente al lente de la cámara.
La narratividad de esta fotografía nos planta frente a un grupo de personas, con vestimentas tradicionales y pintura facial.
La fotografía fue capturada con los sujetos mirando directamente a la cámara, con el lente un poco más arriba de la cabeza del niño.
La actitud de los personajes fotografiados es tranquila, pacifica, interpelando al personaje que se encuentra detrás del lente, o en nuestro caso, mirando su imagen.
Los sujetos se encuentran en su entorno, involucrados con la toma de la fotografía, con sus vestimentas, con la intencionalidad de posar para la fotografía.
La puesta en escena de esta fotografía eliminó totalmente huellas enunciativas relacionadas con la época contemporánea, considerando solo marcas relacionadas con un pasado remoto, sobre todo las relacionadas con la pintura facial y las vestimentas de piel como las de los hombres primitivos.
Las principales marcas textuales presentes en la fotografía apuntan hacia un tiempo cronológico muy distante, siendo la actividad discursiva principal la “focalización”, en que el conjunto mediador del relato muestra al motivo fotográfico como seres primitivos en una época remota.
La mirada de los sujetos fotografiado apunta directamente hacia la cámara, interpelando directamente al espectador, algo habitual en el género del retrato.
La enunciación fotográfica apunta hacia el realismo de la puesta en escena, en que los signos fotográficos mantienen una relación de contigüidad física con su referente, coincidente con la vocación indicial de la fotografía. Un efecto discursivo presente en esta fotografía es el de identificación, por el predominio de lo indicial, donde la impresión de realidad parece ser el principal objetivo buscado.
Entre las relaciones intertextuales presentes en esta fotografía se cuenta el motivo iconográfico de las fotografías familiares, en que posan los padres con los hijos.
Los elementos morfológicos de la imagen apuntan a constituir una fotografía antropológica, que permite comprender un tipo racial en su contexto. En este caso, por las vestimentas se deduce que los tres sujetos son personas selk’nam.
De acuerdo con la anotación al reverso de la fotografía, se trata de Juan Inxịol, y su esposa María Wark'yo, junto a un pequeño que, por la forma de ubicarlo en la fotografía, podría ser el hijo de ambos. Esta fotografía llama especialmente la atención porque imita la forma occidental en que los padres posan con los hijos, algo que los selk’nam no deben haber sabido, por lo que deben haber sido influenciados por el fotógrafo para ubicarse de esta manera.
La mirada tranquila de los personajes, sumado a sus atuendos, demuestran una clara intención de dar a conocer elementos propios de su cultura y su tipo racial ante el fotógrafo. Aunque se muestra sólo la parte superior del torso, la cabeza y algo de los brazos, basta para hacerse una idea de los personajes ubicados en su entorno natural.
La iluminación suave, propia de un día nublado, permite distinguir detalladamente la piel de las personas, su pintura y las pieles de guanaco de sus atuendos.
Los elementos morfológicos de la imagen apuntan a constituir una fotografía antropológica, propia de la época, que permite comprender un tipo racial en su contexto.
Para quien desconoce la historia de esta fotografía o los apuntes relacionados con ella, se encuentra frente a una familia de seres primitivos, incluso prehistóricos, que se visten con pieles de animales.
Para quienes conocen la historia y estudios relacionados, esta fotografía es testimonio de personas selk ́nam reales, con sus vestimentas, la que hoy en día es altamente valorada como un registro privilegiado de un grupo humano extinto.
Un elemento metadiscursivo presente en esta imagen es denotado por la calma con que los sujetos posan para la fotografía, la tranquilidad en su mirada, que permite asumir una gran confianza con el fotógrafo y una preparación previa para lograr esta imagen.
En resumen, es la misma fotografía la que nos permite deducir que no estamos frente a seres primitivos, pues considerando la invención de esta técnica a mediados del siglo XIX, resulta imposible que nos encontremos frente a un sujeto prehistórico, quedando la alternativa de que pueda tratarse de indígenas, miembros de una tribu apartada de las zonas “civilizadas” del mundo.
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