La ventana de Overton es una teoría política que describe cómo se puede cambiar la opinión pública, el posicionamiento de la sociedad de sobre un determinado tema, de manera que una idea considerada radical pueda, con el tiempo, pasar a ser aceptable.
Hay ejemplos de todo tipo. Uno de ellos es la restricción de la libertad de circulación durante la pandemia. Años atrás hubiera sido visto como algo inconcebible. También era impensable que determinados líderes políticos llegasen al poder. Y lo lograron.
A lo largo de la historia reciente, se han dado casos muy variados como los referentes a la percepción de la abolición de la esclavitud, el derecho al voto de la mujer o la prohibición de fumar en los bares; ideas ‘descabelladas’ en su momento y hoy, normalizadas.
Una teoría de Joseph Overton
Este modelo fue creado por el politólogo estadounidense Joseph Overton (1960-2003), quien diseñó un eje que va de mayor a menor libertad, por donde se mueve la ventana, pudiendo, un concepto, pasar de ser impensable a radical, luego aceptable, razonable y, finalmente, popular. Cuando una idea está en estos últimos tres estados es cuando tiene más posibilidades de ser aceptada por la opinión pública.
Según el doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad de Barcelona Jesús Palomar, normalmente, «la ventana se mueve poco a poco, con tal sutileza que casi ni nos damos cuenta». Sin embargo, la velocidad se ha acelerado durante los últimos años, en sintonía con la inmediatez a la hora de consumir contenidos digitales y por redes sociales.
¿Quién mueve la ventana?
La iniciativa puede ser variable, apunta Palomar. Algunas veces la mueven los políticos, aunque también se adaptan a ella, y otras, los lobbies o grupos de presión, así como estamentos superiores con determinados intereses. «Difícilmente la mueve la sociedad civil», algo, sin embargo, que no es descartable, cuando, por ejemplo, se producen revoluciones populares, señala.
Técnicas habituales
Mover la ventana es más fácil cuando se ha producido una crisis o situación de shock entre la población. Un líder carismático puede ser determinante, así como la persuasión gradual (a través, por ejemplo, de científicos, académicos u otros expertos y personajes populares) o la insistencia a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
Los medios ostentan un «papel relevante», ya que tienen «credibilidad social, si bien no absoluta», matiza Jesús Palomar. «Ayudan a construir el relato», añade. No obstante, les insta a hacer autocrítica, pues, a veces, parte de ellos «se convierten en meros altavoces de informaciones que pueden ser engañosas y mueven la ventana sin saberlo».
El lenguaje también es un elemento clave para mover la ventana de Overton. Normalmente, afirma el profesor de la Universidad de Barcelona, acostumbra a emplearse de manera que la gente esté dispuesta a aceptarlo, sin provocar rechazo.
Con una u otra técnica, la ventana tiene «capacidad de adaptación», siendo, hoy en día, un mecanismo mucho más utilizado de lo que pensamos. En algunos casos, asegura Palomar, incluso «inconscientemente», por parte de la clase política.
Reflexión final
El análisis de este tema plantea la siguiente pregunta: ¿dónde está el límite? ¿Puede cualquier cosa pasar de ser considerada radical a aceptable, siguiendo la teoría de la ventana de Overton?
FOTO DE PORTADA: JAN VAN DER WOLF, PEXELS.
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